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martes, 28 de mayo de 2013

Los viejos signos de la derrota

Fotógrafo cubano ambulante Foto: Walfrido López R.
Uno de los ejemplos más rotundos del fallido experimento tropical de más de cinco décadas relacionado con la instauración de comunismo en la isla de Cuba ha sido el éxodo de muchos de sus jóvenes, trayendo consigo una alta tasa en el envejecimiento de la población cubana. Se calcula que para los próximos cincuenta años, Cuba será el país del Tercer Mundo más envejecido. Por supuesto, también hay otros factores que influyen en estos números rojos como puede ser el incremento de las expectativas de vida, los bajos índices de natalidad, la disminución de la mortalidad, etc. Pero solo basta con salir y mirar en las calles, en las tiendas, en las oficinas, parques, plazas y teatros para comprobar que hay una mayor proporción de personas de la tercera edad que de jóvenes cubanos.

Con frecuencia hablo con médicos, ingenieros, arquitectos, licenciados, economistas o maestros cubanos, todos ellos de la tercera edad, que malamente sobreviven cada mes con su jubilación, y algunos me han comentado que en el final de sus vidas sienten que después de dar todo por la revolución cubana ahora están decepcionados porque el gobierno cubano les ha fallado, les ha mentido y se sienten traicionados por el sistema que ellos ayudaron a construir. Ellos me comentan que el gobierno cubano les falló entre otras cosas porque fue incapaz de proveer un sistema de bienestar y ahora ellos tendrán que trabajar hasta el último día de sus vidas. Algunos viven un poco mejor que otros, sobre todo aquellos que sus amigos y familiares les ayudan con remesas desde el exilio, pero son los pocos. Incluso, conozco muchos en Cuba que ya en la tercera edad, y que con una larga y activa vida profesional, no quieren que llegue el día de su jubilación o tratan de “alargar” lo más posible ese día porque conocen bien en sus bolsillos el alto costo de la canasta básica y viendo el viaje en picada de sus colegas, saben que irse a casa marcará el  declive de sus vidas.

Por un asunto muy personal, cada día se me parte el alma al ver a profesionales cubanos jubilados con más de treinta años de trabajo, que en vez de estar haciendo turismo viajando por toda Cuba o conociendo el mundo, disfrutando de sus nietos o simplemente descansando gracias al dinero acumulado con el fruto de sus años de trabajo, al tener las finanzas en cero ellos tienen que trabajar diariamente para llevar el pan a su casa. Por el eterno compromiso con sus familias, ahora muchos de ellos están manejando taxis, inaugurando chinchales, haciendo de fotógrafos ambulantes, vendiendo flores, cocinando pizas, etc. Y en el futuro cercano esto no cambiará, porque a los “geniales” Think Tank de las reformas raulistas simplemente se les “olvidó” incluir los empleos profesionales en la lista de licencias para trabajar por cuenta propia.

* El trabajo por cuenta propia es el eufemismo que usa el gobierno cubano cuando se refiere al trabajo autónomo o freelance.

jueves, 23 de mayo de 2013

Un puente llamado #TWITTHAB

Tarjeta #TWITTHAB de @walfridolopez
“El mundo cambia si dos se miran y se reconocen” Octavio Paz
Tomado del poema Piedra de sol, Libertad bajo palabra (1960)

En horas de la tarde del 10/Mayo/2013 me fui al anunciado TWITTHAB en parque Villalón del Vedado habanero. El encuentro duró menos de una hora, y en su clímax reunió a 50 cubanos bajo la sombra de un árbol. Días antes, cuando casualmente me enteré del anuncio, dudé en ir porque no entendía aquella exótica convocatoria de un encuentro de “twitteros cubanos” en una país con menos del 1% de su población conectada a red de redes, nula INTERNET móvil, un gobierno totalitario obsesionado por mantener bajo su control todas comunicaciones y férreas leyes nacionales que limitan la libertad de conciencia, libertad de reunión y libertad de expresión. También me sorprendió que en la convocatoria se hiciera uso de la denominación de origen “twitteros cubanos”, como si los que convocaran fueran los únicos que twittean en Cuba. La verdad es que la lista de twitteros cubanos es mucho más amplia, no en cantidad por las conocidísimas limitaciones de acceso a INTERNET, pero si en género e ideología, abordando un amplio abanico de temas que van desde cultura, proyectos políticos, activismo social, derechos humanos, tecnología, noticias nacionales e internacionales, etc. Muchos de estos otros twitteros cubanos que no estaban presentes en el TWITTHAB son mis amigas y amigos, o simplemente los conozco. Les puedo asegurar que, a diferencia de muchos de los presentes en TWITTHAB, ellos twittean mostrando respeto a todas las opiniones desde una cuenta con foto y nombre real. Esto lo hacen muchas veces bajo un enorme sacrificio porque, como muchos saben, publicar un simple twitt desde Cuba es caro, muy caro, pero no sólo por el abusivo costo económico de una conexión a INTERNET o el coste de un SMS internacional, sino también por el costo humano. Muchos de nosotros hemos sentido en carne propia y en nuestros teléfonos móviles CUBACEL los actos de vigilancia, monitoreo, represión y censura por parte del gobierno, el MININT y el monopolio estatal de las comunicaciones ETECSA. Pero no hubo trucos: el TWITTHAB fue abierto, inclusivo, transparente y sus anfitriones fueron amables con todos los presentes mostrando respeto a todas las opiniones. El que diga lo contrario, miente.

De hecho, yo lo vi como una oportunidad de oro para que muchos twitteros pudiéramos salir de atrás de las @s y las #s, estrechar los lazos de amistad y vínculos de colaboración. Para sorpresa mía, el TWITTHAB offline del parque Villalón duró menos de una hora y pudo rayar entre los social, lo frustrante y lo anecdótico ¡Estoy seguro que el próximo quedará mucho mejor! Pero el #TWITTHAB online es el que de verdad me ha sorprendido porque ha durado más de dos semanas, generando hasta hoy decenas de post y fotos, cientos de comentarios y reportes de agencias y sitios de noticias internacionales. Sucede que el encuentro, sin proponérselo, ha trascendido no por temas tecnológicos, INTERNET o de redes sociales, sino porque una intervención pública de menos de tres minutos de un inesperado visitante removió los cimientos de 50 años de difíciles relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos. Ocurre que a pesar de que en el lugar se encontraban informáticos, curiosos, un corresponsal extranjero, músicos, profesionales de la prensa y dirigentes de organizaciones políticas cubanas, muchos de ellos con alto perfil mediático, la estrella del evento fue la sorpresiva presencia de Conrad Tribble, Segundo Jefe de la USINT en la Habana, un twittero que tiene más de 800 seguidores y que desde @conradtribble twittea diariamente en inglés, alemán y español.

Me ha tomado tiempo, pero me leído casi todos los post y noticias. En general los blogueros, todos oficialistas, que asistieron al TWITTHAB han sido poco objetivos comentando el encuentro, pero moderados y respetuosos con el diplomático Conrad Tribble. Otros blogueros militares y oficialistas de línea dura, que ni siquiera asistieron al encuentro, han intentado desesperadamente llamar la atención publicando opiniones negativas acerca de la presencia del diplomático norteamericano en el parque Villalón, alineadas siempre a su tradicional política editorial de mentiras, difamación y paranoia. No es de extrañar si se tiene en cuenta que estos últimos hacen el triste papel de punta de lanza de un entramado gubernamental muy cercano a oscuros centros de poder, que por sobre todas las cosas, intenta mantener en todo momento una falsa matriz de opinión contraria a cualquier acercamiento Cuba – Estados Unidos, siempre usando como armas de sus intrigas las mentiras, miedos, silencios, y viejas conspiraciones.

Sabiendo que la verdad es el arma más poderosa para derrumbar cualquier mentira, hoy, después de dos semanas, cuando supongo se calmaron las aguas del TWITTHAB, me animo a comentar, publicar la intervención completa del diplomático norteamericano y dar algunas opiniones.

Recuerdo que unos acordes de guitarra fueron suficientes para dar inicio al encuentro y que los organizadores rompieran el hielo dado la bienvenida a todos los presentes. Hablaron del evento anterior y sus expectativas con éste. Poco a poco algunos twitteros se fueron presentando, pero ninguno habló de tecnología o experiencias con Twitter u otras redes sociales, lo cual para mí fue frustrante, y así sucedió durante buen rato. Por momentos se habló de política, mucha política, yo diría que en exceso. A mí me parece muy bien que todos los ciudadanos cubanos ejerzan en todas las oportunidades posibles sus derechos a expresarse libremente, pero aquel no era el lugar ni el momento para el speech político militar. Porque queriéndolo o no, el evento peligró de ser “reventado”. Un encuentro que prometía ser interesante se tornó gris, o peor, verde olivo. Porque empezaron con una seguidilla que no me esperaba: alerta, ciberguerra, ciberguerreros, cibersoldados, conspiran, Görin, matriz de opinión, INTERNET, yo yo yo, repetir repetir repetir, universidad, el comandante, el bloqueo, René, los 4, los 5, ellos, nosotros, en nombre de, la patria, revolucionarios, ex-agente, en nombre de todos, Seguridad del Estado, vicepresidente, Chávez, Venezuela, mi comandante, a mí sí me pagan por bloggear, nosotros hemos sido “elegidos” para representar, Cuba … Sinceramente tuve la tentación de salir corriendo de allí, pero hice de tripas corazón y recordé a Voltaire: “No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a expresarlo”. Y esperé mi turno.

Cuando tuve la oportunidad, pedí la palabra y me presenté “Hola a todos, mi nombre es Walfrido López y twitteo desde la cuenta @walfridolopez … ” y expuse mis recomendaciones:
1- Cuidar la ortografía en todos los twitts que se publican, porque es un error imperdonable por sus seguidores y da muy mala imagen de la marca, twittero o responsable de la cuenta.
2- Usar lo más frecuentemente posible el hashtag #CUBA en los twitts
3- Dejar de seguirse solo de forma cruzada los allí presentes porque les limitaba la cantidad de seguidores y para mejorar ese tema, recomendé buscar y seguir cuentas de twitteros cubanos que viven en Europa, Estados Unidos, Sudamérica o cualquier lugar del mundo.

Por momentos la dinámica social que debe regir un evento sobre tecnología no funcionó y tuve la tentación de irme, pero no lo hice porque siempre tenía la esperanza que iba a mejorar. Y no me equivoqué, lo sobresaliente del TWTTHAB estaba por suceder. De pronto un señor que usaba una camisa hawaiana y que por buen rato había estado dando vueltas por el parque socializando y preguntando a muchos de los presentes acerca de su experiencia con Twitter y redes sociales desde Cuba, pidió la palabra y comenzó hablar:

“Hola a todos, mi nombre es Conrad Tribble, twitteo desde la cuenta @conradtribble, soy el segundo jefe de la SINA. Twitter es una nueva manera de comunicar sobre temas fáciles y temas difíciles, temas de confrontación, de temas de diferencias y de acuerdos. Quisiera saber quien está en Twitter y que está haciendo el mundo de Twitter en Cuba. Llegué hace nueve meses, primera vez en Cuba. Es un país con muchos más aspectos que los que uno que sabe desde afuera. Yo tengo mucho entusiasmo para muchos aspectos para la vida aquí en Cuba. Hay muchas cosas que nos reúnen: cultura, beisbol, música, etc. Hay cosas que no nos reúnen, esos son los temas más importantes para el dialogo. Y yo trato de hacerlo en Twitter, en @conradtribble, Conrad Tribble es muy muy fácil pero muy largo. Y espero tener la oportunidad de estar en dialogo sobre temas como los que hemos visto: René González, los 5, todo lo demás. Tal vez no ahora pero por eso vine, me encanta estar, ver que hay una diversidad de generaciones, de comunicaciones aquí. Yo trato de hacer mi parte, tengo dos años más en Cuba. Gracias por ser bienvenido”

Al principio, ante la evidente sorpresa hubo algunos comentarios en voz baja pero nadie preguntó, nadie comentó, todos escucharon con atención y el evento siguió su curso. Tengo la impresión de que probablemente nadie vio el momento en que él puso delante de nuestros ojos una novedosa herramienta que puede ayudar en el futuro inmediato a mejorar las relaciones entre nuestros dos países ¡Yo no sé a los demás, pero a mí solo me tomó dos semanas descubrirlo! Compañeras y compañeros, señoras y señores, ladies and gentlemen, les presento a Twitter, el nuevo puente que ayudará a mejorar las relaciones entre Cuba y Estados Unidos ¡Bienvenidos a la Twitter diplomacia!

Un rato después se empezó a socializar más ampliamente gracias a las canciones y la buena guitarra de un trovador. Todos los presentes fuimos invitados por los organizadores a una “foto oficial”, pero no todos los participantes en el evento aparecen en ella. Tanto es así que en la “foto oficial” solo aparecen 32 twitteros. Pero como dice el dicho, “No son todos los que son, pero sí todos los que están” He tenido la sospecha de que algunos no pudieron controlar sus miedos y, dejándose llevar por sus más bajas pasiones, prefirieron batirse en retirada para no aparecer en la foto porque allí había un yuma de la USINT ¡Pobre de ellos! Para mí el TWITTHAB terminó con la foto, así que redacté un twitt y lo envié desde del parque Villalon vía SMS con mi móvil de CUBACEL, y me fui a casa. A los que me han preguntado sobre el TWITTHAB les he comentado que estoy satisfecho. Les explico que en lo social fue bien porque conocí gente nueva, joven, linda, buena onda. Gente que, al igual que yo, muy probablemente quieren INTERNET para todos los cubanos y otra Cuba libre, abierta, próspera, plural y democrática. Pero en lo tecnológico fue fatal porque no aprendí nada relacionado con redes sociales, en especial Twitter, que debió ser el centro de la fiesta. Espero que en el próximo TWITTHAB esto se tenga en cuenta, porque sinceramente creo que pudiera ayudar a convertir el evento en algo más interesante.

A nivel global, la capa de redes sociales en INTERNET está ayudando a conectar personas, acercando países y borrando fronteras. Hoy, gracias a INTERNET, yo conozco más de mis amigos en Estados Unidos, Ecuador, España, Suecia, Canadá o México que de mis vecinos en el Vedado habanero o de mis parientes en Cienfuegos. La “pequeña diferencia” entre mis amigos “de afuera” y mis vecinos y parientes en Cuba no la hace la distancia que nos separa, sino el hecho de tener o no tener acceso a INTERNET. Es una verdad del tamaño del sol que el gobierno cubano es el dueño y total responsable del cable de fibra óptica ALBA1 que después de cuatro años aún no conecta a los cubanos a INTERNET y ha costado 70 millones USD, pero también mucho sacrificio, sangre, sudor y lágrimas cubanas. Es una verdad del tamaño del sol que el gobierno cubano es dueño de todas las empresas e infraestructuras de telecomunicaciones, IPS, .CU, cibercafés y tiendas de PC que hay en el país. Es una verdad del tamaño del sol que el 99% de los cubanos no tienen acceso a la red de redes. Y como daño directo, todas estas verdades están provocando, entre otros tristes resultados, que Cuba hoy esté en el paleolítico tecnológico y hundida en el más profundo oscurantismo informativo.

Me gusta decir que la INTERNET lo está cambiando todo, incluso en Cuba, con menos del 1% de su población online. Y ahora tendré un nuevo ejemplo porque a todos hablaré del “daño colateral” del TWITTHAB. Y es que gracias a su intervención de menos de tres minutos, el diplomático norteamericano Conrad Tribble tiene ahora en Twitter muchísimos seguidores cubanos con los que podrá debatir e intercambiar opiniones sobre diversos temas de la realidad cubana y norteamericana. Gracias a la publicación en un blog oficialista de la tarjeta de presentación que él repartió durante el evento, ahora muchos conocen su teléfono, email, Facebook, Twitter y podrán comunicarse con él directamente. Gracias a las fotos publicadas en blogs y webs oficialistas, es muy probable que Conrad Tribble pronto sea el rostro diplomático más reconocido en calles, campos y ciudades de toda la isla. Pero en realidad, lo que hemos visto en TWITTHAB no es casualidad, es la nueva tendencia diplomática norteamericana que abraza la idea de que una combinación de transparencia, People to People y redes sociales puede ayudar a mejorar las relaciones entre países, no importa cuán difíciles sean, porque cuando conectas con tu “enemigo” descubres que muchas veces hay más en lo que nos acerca que lo que nos separa.

Creo sinceramente que, después de más de 50 años de difíciles relaciones entre los gobiernos de Cuba y Estados Unidos, nuestros gobiernos, en beneficio de sus pueblos, deben enterrar el hacha de la guerra fría y la guerra caliente. Para ese fin, y un principio de acercamiento, puede ayudar todo lo que une y hay de común entre nuestros dos países.

Walfrido López R.
La Habana, 23 de mayo del 2013

lunes, 6 de mayo de 2013

Días de perros (y gato por liebre)

Perro abandonado en el muro del malecón habanero Foto: Walfrido López R.
En cuestión de mascotas mi debilidad son los perros. Me gustan los Yorkshire y los Chihuahuas de bolsillo. Pero también me gustan los perros de la calle, los que en Cuba llamamos satos, y aquí soy de extremos porque me gustan bien satos, los que a un kilometro gritan: soy un saterry. En los años 1990 el éxodo de balseros provocó el daño colateral de una avalancha de perros abandonados ¡Cuanta tristeza en las calles habaneras! También recuerdo que los gatos arrabaleros desaparecieron de los tejados para alimentar familias cubanas o turistas tontos, porque resulta que algunos “despiertos” dueños de emergentes Paladares brindaban el conejo como la especialidad de la casa, cuando en realidad en los platos estaban “pasando gato por liebre”. Hasta el día de hoy queda en muchos cubanos la práctica de “por si acaso” no pedir fricasé de conejo en ningún Paladar y mucho menos en restaurantes estatales. 

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