“18656” inspirada en Study in Perspective de Ai Weiwei Foto: Walfrido López R. |
El pasado viernes 16 de Agosto desde las 5 de la tarde y hasta aproximadamente las 12 de la noche, oficiales de alto rango del MININT y más de 100 agentes de la Seguridad del Estado (G2) vestidos de civil desplegaron un fuerte operativo militar para intentar impedir el acceso a la casa de Antonio Rodiles, lugar donde radica el proyecto independiente Estado de SATS y del que él es su director. Durante el cerco que abarcó más de 10 manzanas, la policía política contó con la siempre incondicional ayuda de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) quienes desplegaron más de 200 agentes, patrullas, motos, furgonetas y camiones. Ese día, con la complicidad de CUBACEL, se suplantó la identidad de Antonio Rodiles al enviarse SMS falsos anunciando la cancelación del evento. También se cortó el servicio celular a todo su equipo de trabajo. El motivo de tanta represión fue que esa noche a las 8:00 p.m. se tenía previsto en la sección Cine a Toda Costa de Estado de SATS la proyección del documental “Never Sorry” sobre la vida del destacado artista y disidente chino Ai WeiWei. Pero como casi siempre, ese día todo le salió mal al gobierno cubano pues con la acción directa de Antonio Rodiles y Ailer González reclamando face to face a oficiales de la policía política el derecho de todos los cubanos a reunirse y expresarse libremente, más de 30 personas atravesaron valientemente el cerco y llegaron a Estado de SATS para disfrutar la proyección del material fílmico.
Este fallido operativo del MININT demostró que a pesar de 18656 kilómetros que separan la Habana de Pekín, Cuba y China coinciden en el aislado y oscuro rincón del irrespeto a la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en especial los artículos relacionados a la libertad de expresión, libertad de reunión, libertad de movimiento y libertad de conciencia. El evento represivo también puso de manifiesto el miedo que ambos gobiernos totalitarios les tienen a los activistas que promueven el arte como herramienta universal para difundir el mensaje de respeto a los Derechos Humanos.
Durante los últimos años la disidencia cubana se modernizó a través del uso de las nuevas tecnologías e INTERNET. Creo que ha llegado el momento de subir otro escalón aprendiendo como Ai Weiwei ha combinado su arte con el activismo, las nuevas tecnologías, el uso de INTERNET y las redes sociales a la hora de enfrentarse al poder infinito del Partido Comunista Chino. La valentía y creatividad de Ai Weiwei sirve hoy de inspiración a millones de artistas y activistas de Derechos Humanos en el mundo porque él ha demostrado que las canciones, fotos, pinturas, esculturas, documentales, performance, parodias, video clic, etc pueden convertirse en buenas herramientas para desafiar los regímenes totalitarios, despertar conciencias ciudadanas, conectar a la disidencia con la sociedad civil, elevar el perfil mediático y diseminar el reclamo de libertad de forma global.
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